¿Qué es la arquitectura?, ¿Cuánto de valor tiene? Plantear problemas sobre la arquitectura tal vez sea una tarea demasiado fácil, como en cualquier otra disciplina, pero definir respuestas es una tarea muy complicada, lo común de hoy en día es solo dar diagnósticos, aquellas que solo te dicen cuanto tiempo de vida te queda o cuan enfermo te ves, cuando lo que se requiere es de combatir el problema, buscar soluciones.
La arquitectura es la disciplina encargada de construir espacios donde el ser humano pueda habitar, esta definición da a entender que la arquitectura es el arte de construir, tal concepto es de gran aceptación. Como la mayoría de las ciencias el concepto de arquitectura ha sido simplificado hasta el ad absurdum, pero aparte de considerar a la arquitectura como una simple técnica sería necesario en esta situación, dar a entender que también es considerado un arte, medio expresivo a través del cual se busca expresar la realidad; y ciencia sobre todo una ciencia social.
La arquitectura al ser considerada como una ciencia, entra en el mundo del pensamiento racional, al tipo de conocimiento sistematizado que se consigue a través del experimento y la relación con el medio real y que no solo se detiene en el pragmatismo; además la arquitectura es la única disciplina dedicada a estudiar el espacio y su interrelación con el ser humano.
Todo avance o retroceso de las ciencias está sujeto a la voluntad y preocupación del hombre, aquel es el encargado de esta tarea y si decimos que la arquitectura está en crisis es porque los profesionales de esta ciencia, también están en una profunda crisis; en el siglo XVI el genio universal del renacimiento italiano Leonardo Da Vinci define de forma notablemente al arquitecto: “El arquitecto debe ser el individuo que domine todos los conocimientos científicos y artísticos de su época” hoy en pleno siglo XXI deberíamos preguntarnos si lo mencionado por Da Vinci todavía está en vigencia o si ahora el arquitecto es más “refined” y tiene que preocuparse en la moda, en los movimientos del mercado inmobiliario, la subida del dólar o en los chismes de Hollywood.
Esta situación es incomoda y lo que más preocupa es, que todavía no somos conscientes de esta realidad, si bien es cierto que todos los países han pasado por estas condiciones pero luego lo supieron revertir, un simple ejemplo es la época oscura de Europa, periodo en que todas las ciencias quedaron estancados; pero en el Perú parece que esto fuera una cosa inalcanzable, extraña el nivel de utilitarismo que ha alcanzado nuestra carrera y no existe la preocupación de alterar este contexto; los centros universitarios supuestamente son aquellas instituciones donde se debería enseñar a los estudiantes a enfrentar y solucionar este momento, pero lamentablemente no es así, la mayoría de las universidades nacionales solo tienen docentes de nombre, preocupados solo por cobrar su sueldo y otras cosas que no tiene nada que ver con su rol de educadores, el estudiante por lo general busca su formación a través de la copia de paginas como bibliocad o you tube o cualquier otra dirección de internet que no se sabe si contienen información verídica; y es una pena ver como las ciudades están inundadas por edificaciones realizadas por simples albañiles resultado de la deformación del estudiante y futuro profesional, es por eso mi afán de distinguir entre el simple “arte de construir”, que cualquiera lo puede realizar, con la verdadera práctica de la arquitectura, para que de esa forma podamos entender nuestro papel en el desarrollo del país, con esto no quiero generalizar, porque también en el Perú existen arquitectos-docentes que tienen un rol importante y una notable preocupación por la investigación y el mejor desenvolvimiento de nuestra carrera, pero la mayoría sigue esperando a que Europa nos dé la hora de la nueva corriente o reviviendo viejos y supuestamente “mejores tiempos”, es una lástima pero con esa actitud nuestros sistemas de formación están a punto de colapsar y volverse inútiles y arcaicas, porque, como ya mencione en un artículo anterior, el desarrollo de nuestro país no solo debe ser económico, sino también en las diferentes ciencias y disciplinas.
En la ciudad de Huancayo la facultad de arquitectura de la Universidad Nacional del Centro acaba de cumplir 50 años, pero hasta ahora no se ve la contribución del arquitecto en nuestra ciudad, eso demuestra lo que he venido sosteniendo, que tanto estudiantes, docentes y profesionales independientes están ausentes en esta ciudad incontrastable, fruto de nuestro conformismo, no puede existir otra respuesta, todo es fruto de nuestro desinterés y conformismo. Ante esto cabria preguntarnos ¿dónde están los arquitectos, los artistas, los críticos del arte? Porque al igual que en Lima, “tal cual Cristo del Pacifico”, en nuestra ciudad van apareciendo estatuas, monumentos al sombreros y otros objetos de mal gusto que afean nuestros espacios públicos, es que acaso en complicidad con las masas estamos deshumanizando el arte, ¿por qué surgen obras como el parque de los sombreros, monumentos al violín? Acaso se nos murió la creatividad o es que tendremos que ponernos en la posición de Nietzsche y gritar que “¡se ha muerto el arte!”, tal vez de esa forma podamos sentirnos más libres de toda responsabilidad y aceptemos cualquier seudo obra, pero si aceptamos esta posición también estaremos poniendo en duda nuestra posición de seres pensantes, nuestra capacidad de apreciadores de la belleza estará en peligro e inclusive podemos postular que ya estamos en una época de “la deshumanización del hombre”, porque hasta ahora nuestras ciudades van rumbo al caos, al desorden, la delincuencia y el gusto por el “estilo chicha”.
Ya Goethe dijo una vez que “si yo pintara mi perro igual que como me muestra la realidad, esa no sería una obra de arte sino una mera copia”, de igual forma si yo pongo un sombrero, un mate o simplemente realizo una copia de algún estilo estaré rindiendo tributo a la incapacidad, la irracionalidad y faltando el respeto a la naturaleza y su hermosura. Porque la arquitectura es la cara más visible de la ciudad, por eso es imprescindible realizar una arquitectura más pensada, una arquitectura con retórica y con poética.
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